Siempre sueño cosas raras, sueños que a veces ni yo misma me puedo explicar, pero el de anoche lo considero especial.
Es el sueño que más miedo me ha dado y a la vez me ha dejado cautivada por todas las emociones que sentí, tan reales y tan fuertes.
Voy a intentar describirlo, aunque me limitaré a mencionar sólo ciertas cosas, pues hasta a mí me resulta difícil explicarlo.
Yo podía ver el mundo desde las alturas, era como estar volando. Veía bosques, montañas, ríos, y me detenía un rato para poder apreciarlos, sentirlos de cerca... vivirlos. Todo se sentía tan real. Y para mi sorpresa, no sentía miedo de estar tan alto, ya que me dan pánico las alturas. Al contrario, me sentía segura y libre.
Después, me hallo en una playa, buscando a una persona que no reconozco en la vida real, pero en el sueño resultaba ser una persona muy especial para mí.
Me sentía asustada, yo había visto a esa persona correr hacia el mar y de la nada, la había perdido de vista.
De pronto el cielo se oscureció, no había ninguna luz más que la de la luna y las estrellas. Ahora todo era frío, y lo que antes era mar y arena se convirtió en hielo.
Y así pasaron lo que para mí parecían días, aunque no tenía manera de medir el tiempo. Ahora el temor que sentía por la pérdida de aquella persona iba en aumento. Me senté a esperar en el piso congelado, con la cabeza agachada y las manos entrelazadas. Después de un rato levanté la cabeza y pude ver de lejos aquella persona caminando hacia mí. Ya estando cara a cara, lo abrazé muy fuerte durante un largo rato donde no intercambiamos ninguna palara. Luego, me separó de su lado y me dijo, sin hablar, que se tenía que ir, que me tenía que dejar.
Le pedí que no lo hiciera, que se quedara conmigo, sentía tanto miedo. Mas sin embargo, sabía que hiciera lo que hiciera, rogara cuanto rogara, esa persona tenía la obligación de irse.
Era como si se hubiera convertido en algo superior, cuando desapareció fue como si hubiera estado en otro universo, era otro nivel de existencia, y ya no era parte de mi mundo, ya no encajaba en él.
Así, en mi soledad y con un tremendo dolor dentro de mí, lo miré partir. Lo observé caminar sobre ese mar de hielo hasta que nuevamente lo perdí de vista.
Cuanto me desperté era un remolino de emociones, aunque predominaba la ansiedad. Quería saber qué significaba mi sueño, así que volví a cerrar los ojos e intenté volver a reproducirlo en mi mente, aunque más bien era para no olvidar cada parte relevante de él.
En fin, si alguien cree que me pueda ayudar a entenderlo, se lo agradeceré :)